TODO FUE UN SUEÑO
(publicado en Faro de Vigo, 14-11-2011)
(publicado en Faro de Vigo, 14-11-2011)
Son
las siete menos cinco de la mañana. Como de costumbre, Manuel se levanta y
después de asearse y afeitarse se dispone a preparar el desayuno. Como siempre
con pereza desciende en el ascensor al garaje para coger el coche y dirigirse al
trabajo. Enciende la radio y escucha las noticias: “la prima de riesgo está
disparada…; el rescate de Grecia cada vez más complicado…; ahora le toca a
Italia y España que no se fie pues también está en el punto de mira de los
mercados…; es probable que lleguemos a final de año a los 5 millones de
parados-no se sabe si de hecho o de derecho-…; corremos el riesgo de entrar de
nuevo en una segunda recesión…; ¿Quién creen Vds. que lo ha hecho mejor en el
debate político bipolar del otro día?...
Sobresaltado,
Manuel se despertó. Son las siete menos
cinco de la mañana, y antes de nada
encendió la radio-que también despertador- situada en la mesilla de
noche y escuchó con atención las noticias de las siete en punto: “hoy el tiempo
va a estar un poco nuboso pero no se esperan precipitaciones…; existe alguna
pequeña retención en el acceso a la
ciudad por la avenida de Portugal…. Y llegan las noticias económicas: “se prevé construir 500 viviendas
de promoción pública y privada, un hospital, dos institutos y una piscina
olímpica con spa en los próximos cuatro años…; los astilleros tienen carga de
trabajo para los próximos cinco años…; hoy se ha alcanzado una cifra record de
venta de automóviles en nuestro país…; es incesante la llegada de inmigrantes,
sobre todo latinoamericanos, para suplir las carencias de mano de obra en la
construcción y en el sector servicios…; las entidades financieras han presentado
el balance del tercer trimestre obteniendo
un incremento del 50% en sus cuentas de resultados…; como sigamos a este ritmo
de crecimiento nuestra economía pronto alcanzará lo que todos los países anhelan,
el pleno empleo”.
Y
Manuel respiró por fin aliviado: ¡menos mal que todo fue un sueño…..un mal
sueño!
NINGUÉN QUERE SER
PRESIDENTE (INTERPRETACIÓN CEIBE DO MITO
DE SÍSIFO). Publicado en Faro de Vigo, 30 Novembro 2011.
Non me refiro precisamente a ser Presidente do País, Comunidade
Autónoma ou dun club de fútbol. Aquí sí que hai candidatos dabondo. Refírome a
ser Presidente da tua propia comunidade de veciños, se tes a desgraza de vivir engaiolado nun piso. Nin Deus vaite
salvar “dominus vobiscum”. Según sexa o sistema de elección estipulado nos
estatutos ou na propia costume establecida nos acordos reflexados no libro de
actas, si che toca tes que apandar co cargo “velis nolis”. Non o digo eu, o dí
o artículo 13.2 da ley de propiedade horizontal. Así que resignación, porque
durante todo un ano vas a ser o branco
de toda-las críticas. Fagas o que fagas sempre haberá motivos para botar abaixo
as tuas tímidas ilusións. Agás que……sendo dono e tendo o teu piso alugado
vivas a 500 kilómetros de distancia,” exempli
gratia”. Aquí podes ter una probabilidade. O que acontece si ti solicitas a
renuncia no mes seguinte ao teu flamante nomeamento, eso sí, dirixíndote ao
Xuiz, porque as cousas hai que facelas como Deus manda e sempre dentro da
legalidade. Mediante un xuizo moi sinxelo en canto ao procedemento, que se
chama “de equidade”, o Sr. Xuiz dirá a todo-los conveciños de esta nosa
comunidade, quén raio vai a ser o incauto que, mal que lle pese, vai a levar o
destino de tan pesada misión. Igualiño que aquel parvo chamado Sísifo que por
mor dunha xenreira dos Deuses gregos de aquel entonces foi obrigado a levar una
rocha coma un mundo ao cumio dunha montaña, para una vez arriba mirar abraiado
cómo caía ladeira abaixo “ab absurdo”, lóxicamente polo efecto da gravidade, o
que ocorre que él daquela non o sabía. E
para máis carallada este castigo divino era “in aeternum”. ¡Mira que hai que
ser revirado para desexar a un home semellante tormento! Así que se vostede é
nomeado presidente “gaudeamus”; lémbrense do coitado do Sísifo, e a pesar das
ingratitudes que reciba como agasallo por parte dos seus conveciños o seu
castigo somentes durará como moito un ano. “Pax vobiscum”.