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jueves, 22 de marzo de 2012

LA EMIGRACIÓN GALLEGA A AMÉRICA EN LA POESÍA DE ROSALÍA DE CASTRO




Después  de caminar en la compañía del dios griego  Hades en mi último artículo y visitar el inframundo del infierno de tártaro donde habita la miseria humana, me  apetecía  escribir, lejos de las armas asesinas, algo diferente, pero no por ello menos importante como lo fue en su día la emigración gallega a las Américas, a finales del siglo XIX y principios del XX. Y ello en compañía de algunos de los versos más conocidos de una mujer, nuestra poetisa más universal, Rosalía de Castro (1836-1885,) que supo  describir la miseria y la nostalgia-saudade o morriña- de todas aquellas  personas que un día partieron , por necesidad,  de nuestra Galicia, cruzando el atlántico para buscar mejores oportunidades en países como Cuba, Brasil o Argentina.

 No pretende este ser un trabajo ni científico ni literario, y a buen seguro mi prima Gely, catedrática de literatura española, me puede y debe corregir   mi atrevido y frágil conocimiento en esta materia. Este breve ensayo no pretende más que brindar un merecido homenaje a nuestros emigrantes, que también puede ser la de cientos, miles  de personas, que un día partieron por necesidades diversas de sus distintos países, sencillamente en busca de un porvenir,  un mundo mejor para sí y los suyos; en el caso de Galicia, la de miles de personas que partieron en busca de El Dorado, no ya económico, sino de una felicidad que en su tierra le fue negada.

 Para este artículo en mi blog aparece una única foto que, aunque conocida hasta la saciedad, es un testigo fiel y desgarrador de estos acontecimientos, y que debido a su constante reiteración y divulgación en los medios -el autor es  Manuel Ferrol (1923-2003)-, pertenecerá para siempre en nuestra memoria colectiva. En esta foto aparece un padre y su hijo despidiéndose en el muelle de A Coruña antes de partir aquél para la emigración. 

                La emigración a “las Américas” se inicia en el último cuarto del siglo XIX. Es Cuba quien recibe el mayor número de emigrantes gallegos en 1853 y primeros años del siglo XX, después serían Argentina y Brasil.  Las razones que llevaron a miles de gallegos a emigrar no  fueron sólo demográficas, sino la existencia de una economía primaria de subsistencia y la escasa industrialización, el régimen de propiedad, los excesivos tributos a satisfacer y la falta de atención que le prestó desde siempre las autoridades. En definitiva, fue el “hambre”, principalmente lo que llevó al gallego a emigrar, y la emigración sirvió como válvula para frenar un eventual crecimiento demográfico. 

De Follas Novas (1880), “As viudas d’os vivos e as viudas d’os mortos”
¡PRA A HABANA!

I

María, eu son mozo,                                                                         Galicia está probe,    
pedir non m’é dado,                                                                          y â Habana me vou….

eu vou pol-o mundo                                                                          ¡Adiós, adiós, prendas
para ver de ganal-o                                                                            d’o meu corazón!



V

Éste vaise y aquél vaise,
E todos, todos se van;
Galicia, sin homes quedas
que te poidan traballar.
Tés, en cambio, orfos e orfas
e campos de soledad,
e nais que non teñen fillos
e fillos que non tên pais.
E tés corazóns que sufren
longas ausencias mortás,
viudas de vivos e mortos
que ninguén consolará.

Las provincias interiores de Galicia, Lugo y Orense son las que presentan el mayor flujo migratorio, aunque en las estadísticas oficiales figuran las de Pontevedra y A Coruña, pues fueron desde  estas ciudades costeras y con puertos importantes –en el caso de Pontevedra, lo fue Vigo- donde partieron nuestros emigrantes. Hay que señalar que en el continente europeo, sólo Irlanda adelanta a Galicia en las estadísticas de emigración; a continuación le sigue Italia y el resto de las provincias españolas.
                Las remesas  de dinero que  enviaban periódicamente a Galicia nuestros emigrantes contribuyó, en gran medida,  al sostenimiento de la pequeña explotación familiar y también al pago de las rentas por la posesión de las tierras.

De Cantares Gallegos (1863)

6
Adiós, ríos; adiós fontes;                                                                Deixo amigos por extraños                       
adiós regatos pequeños;                                                                deixo a veiga pol-o mar;

adiós, vista d’os meus ollos,                                                          deixo, en fin, canto ben quero…

non sei cándo nos veremos.                                                          ¡Quén puidera non deixar!...



                                                               Mais son probe, e, malpocado,
                                                               a miña terra n’é miña,
                                                               qu’hastra lle dan de prestado
                                                               a beira por que camiña
                                                               ô que nasceu desdichado.

Todo esto sucedía en un contexto histórico  en la España de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, en los siguientes acontecimientos:
A partir de 1836 se suceden los primeros tratados de reconocimiento de independencia de las distintas Repúblicas iberoamericanas: Méjico, Uruguay, Chile, Argentina); Sexenio revolucionario (1868-1874); Amadeo I de Saboya reinaba en España (1870-1873); Se promulgaba la 1ª República (1873-1874;) El rey Alfonso XII reinaba (1875-1883); Durante el período 1885-1902, Regencia de Mª. Cristina de Habsburgo; 1898, Guerra hispano norteamericana: pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas; 1902-1931,  reinado del rey Alfonso XIII; 1931, proclamación de la 2ª República.

Sirva  este breve ensayo, pues, como reconocimiento y homenaje a todos los emigrantes gallegos, que se sienten extranjeros en otros países, y a aquellos extranjeros que se sienten emigrantes en cualquier país  que no es el suyo en la búsqueda de “ un sueño” , como muy bien describió Nélida Piñón, escritora brasileña, de ascendencia gallega, y ganadora, entre otros, del premio príncipe de Asturias de las Letras  del año 2005, en su libro “A república dos sonhos”.

Nota: He utilizado el libro Rosalía de Castro, Obra poética, con estudio y selección de Augusto Cortina, quinta edición, 1963, colección Austral nº 243, Espasa-Calpe, S.A.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y sirva también como homenaje para todos aquellos que actualmente se ven obligados a emigrar, como consecuencia de una realidad que, si bien en condiciones diferentes pero igualmente duras, se repite.