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miércoles, 18 de enero de 2012

Artículo de prensa publicado en "El Correo Gallego", 18-01-2012, y en el diario El País, 19-01-2012

"A fraga de Ermelo, Bueu"

LA PANACEA DE LA REFORMA LABORAL
(Tenía una asignatura pendiente: Que uno de mis artículos viera la luz en un diario de tirada Nacional, esta vez  ha sido en El País).

No creo que la reforma laboral, por sí sola, vaya a resolver el grave problema del desempleo. A las pruebas me remito, pues las sucesivas reformas habidas en los últimos tiempos no han reactivado la economía  ni disminuido el paro. El problema es otro: La falta de financiación en las empresas y particulares, la caída del consumo y la pérdida de confianza. Entonces, ¿Por qué tanto empeño en aprobar lo antes posible una reforma laboral de dudosa eficacia? ¿Qué se pretende con la reforma laboral?, ¿Abaratar el despido?, ¿Piensan que con ello se va a reactivar el consumo y recuperar la confianza? Si la rueda del consumo se para, las empresas tendrán mucha dificultad  para vender sus producción, y habrá una caída generalizada del margen de beneficios, provocando con ello un aumento de los ERES, despidos y desempleo. Un enfermo deprimido lo es por factores endógenos y/o exógenos... Así sucede también en nuestra economía. Ha habido factores endógenos debido principalmente a la obstinada planificación económica basada sobre todo en el sector de la construcción, sin adoptar los mecanismos necesarios para que esto no se saliese  de madre, y la ausencia de vigilancia de los organismos reguladores encargados de poner un poco de sensatez ante la falta de sentido común. Entre los factores exógenos citaré como uno de los principales, el cierre del grifo de la financiación  exterior que originó una súbita pandemia en todos los países de nuestro entorno socioeconómico. Mala cura tiene pues el enfermo  si sólo le aplicamos el antídoto de la reforma laboral como panacea  para  un crecimiento económico sostenible.