EL ABATIMIENTO DE PESCANOVA
Los que han trabajado en el mundo de la mar en los años
setenta del pasado siglo en algunos de los barcos que Pescanova tenía en aquellas latitudes de pesca del atlántico
sureste, en Sudáfrica (antes de que en 1990 se independizase el estado actual de
Namibia), han echado mano más de una vez del “Indispensable del Marino”, edición
de 1948, obra de consulta de García Paredes-Barbudo, porque como dicen los
autores, en esta obra está “la sabia que
nace de la experiencia deducida de las cosas”, y “lo deben conocer los técnicos de cubierta y será la mejor compañera del
oficial de derrota y muy útil para los que aspiran a obtener los títulos de
capitán, y piloto”. Puertos como Saldanha, Cape Town o Walvis Bay están en el
recuerdo de todos aquellos marineros que han faenado en barcos de Pescanova en
interminables mareas que duraban varios meses, lejos de la familia. En el
diccionario de este libro de consulta aparece, por orden alfabético, la palabra
abatimiento y que la define como “el efecto producido a causa de la acción del
viento y de la mar sobre el aparejo y la obra muerta de un buque que hace
derivar hacia sotavento”.
Nuestra
multinacional gallega pesquera, que forma parte del foro de Marcas
Renombradas de España, ha quedado dañada, sufriendo una vía de agua importante
en el casco debido a la grave situación económica y financiera, con un agujero
económico que haría zozobrar al buque factoría más sólido de su flota fruto,
sin duda, de la actual crisis económica, pero también de la más que presumible
ocultación de su grave situación financiera, siendo advertida seriamente por la
Comisión Nacional del Mercado de Valores. En estos momentos Pescanova está
sometida a una auditoría externa de sus cuentas que debe esclarecer los
verdaderos motivos del preconcurso de acreedores que ha presentado. La supernova
–Pescanova- estrella económica que alcanzó luminosidades extraordinarias de
gigante, pasará a ser una más en el firmamento empresarial, de no enderezar el
rumbo de sus cuentas. Algunos apuntan directamente al poder omnímodo de su
Presidente y de no pocas alegrías financieras pasadas debido al excesivo endeudamiento
en época de bonanza crediticia. Para la corrección del rumbo –según El
Indispensable del Marino- se considera el abatimiento positivo cuando el buque
recibe el viento por babor, y negativo en caso contrario. Esperemos que en
honor de todos aquellos trabajadores de la mar que lo han dado todo por esta Compañía
y de los que en estos momentos sufren en sus carnes la incertidumbre de su
futuro laboral, Pescanova pueda enderezar el rumbo, aunque para ello sea indispensable
desprenderse del lastre de ejecutivos sin escrúpulos.