LA PRIMA NOS ESTAFA
Dicho así suena feo, pero que muy feo. Se podría interpretar
que un familiar nuestro muy cercano,
como nuestra prima, nos está engañando y, por lo tanto, sería merecedora del
reproche, no ya de nuestra propia familia, sino de la sociedad entera; por eso,
si no estamos seguros, habrá que anteponer siempre el adjetivo presunta.
Pero otra cosa es que lo diga, nada
más y nada menos, que Il cabaliere Silvio Berlusconi, el pintoresco ex primer ministro italiano que
parece haber salido de un “libretto”
de ópera barata. Lo que sucede es que este buen señor, con cara de
marioneta de ventrílocuo trasnochado, se refería a la prima de riesgo, según
nos cuentan los periódicos que dijo el otro día en un arrebato de locura
transitoria (v.gr. Faro de Vigo, 12-12-12).
Como muy bien dice este señor, “la prima de
riesgo no le importa a nadie”, incluido a un servidor, porque sencillamente no
entendemos su comportamiento caprichoso. Como nuestra prima, la presunta
estafadora, la prima de Berlusconi es de armas tomar porque lo mismo un día
está de buenas y se relaja, como al siguiente nos pone verdes y se inflama, y
si esto sucede, que es casi siempre, pasamos de ella por no enfrentarnos y, por
lo tanto, hace lo que quiere con nosotros y un buen día nos pega la puñalada
trapera y nos puede llegar a estafar, que dicho sea de paso ocurre últimamente
con mucha frecuencia. ¡Porca miseria!