“échame a mí la culpa”
El mundo político y el económico “están hechos unos zorros” definitivamente. Todos culpan a todos de
las desgracias, meteduras de pata y despropósitos, propios y ajenos. En lo que
se refiere al último fiasco de uno de los buques insignia de nuestro sistema
financiero, Bankia, el Sr. Ignacio González, mano derecha de Esperanza Aguirre
le echa la culpa a Zapatero y a Salgado. El Partido Popular culpa al Banco de
España dirigiendo su cabreo contra el señor MAFO; este culpa a los gobiernos
Autonómicos; Feijoo culpa al PSOE y al BNG; el Alcalde de Vigo culpa al
Presidente de la Xunta y a todo aquel que se mueva en la foto. Y así podemos
seguir ad calendas graecas, vertiendo
toda la mierda acumulada en casa propia en la alfombra del vecino toca huevos y protestón de nuestra
comunidad. Al final, esta espiral de reproches, amplificada convenientemente
por los medios de comunicación, llega hasta los lugares más recónditos. Yo te
culpo a ti y tú a mí, y de esta forma la culpabilidad se diluye en el mar
tormentoso de los mercados. Estos
siguen a su bola culpando a los Gobiernos, sobre todo a los periféricos, por
sus alegrías pasadas. Deloitte culpa a los gestores, estos se sacuden el
problema y culpan a los empleados quienes
a su vez culpan a los clientes por no andar muy finos no preocupándose de
leer como Dios manda la letra pequeña, tamaño de fuente “uno y medio” del texto de sus leoninos contratos. Por supuesto los
clientes culpan a los empleados, gestores, gobiernos, al vecino torticero y a
los mercados tratando de buscar un
culpable que sea capaz de cargar con el
muerto. Rajoy está en su status viendo cómo unos y otros se pasan la pelota y lanzan
sus dardos envenenados. Y Yo también le echo la culpa a mi perra palleira Laika
que el otro día en un arrebato de indolencia canina meó en la alfombra del
comedor, esparciendo sus miserias en señal de protesta por no haberle prestado
la atención que verdaderamente se merece.
