día y hora

sábado, 14 de abril de 2012

NORTADA-Poesía. Estrofas en Quintillas (rima, a-b-a-a-b)

NORTADA


(á miña familia gaditana, con agarimo)

I
ESTE VENTO TAN SENTIDO,
QUE NO VRAN XEA AS ÁNIMAS,
NO INVERNO BOTA UN BRAMIDO
POR MOITOS DESCOÑECIDO,
QUE CHEGA ATA AS ENTRAÑAS.

II
ASUBÍA NOS TELLADOS,
AS RÚAS ESTÁN DESERTAS,
OS BARCOS AMARRADOS
OS AMORES FONDEADOS
NAS NOSAS MANS ABERTAS.

III
O MAR ALPORIZADO,
NO PEIRAO AS GAIVOTAS,
O CEO ESNAQUIZADO
POLO VENTO ASOLAGADO
DE ABOUXANTES NOTAS.

IV
EUCALIPTOS E PIÑEIROS
AZORADOS POLO VENTO,
OS CARBALLOS SILANDEIROS,
FUNGA O VENTO POLOS EIDOS
DO MEU CORPO E DO MEU BEIZO.

V
BATE O VENTO NO PENEDO,
ENTRA O FRÍO POLAS CASAS,
ALUMEAMOS O MEDO
DEITÁNDONOS MOI CEDO
EN HÚMIDAS, FRÍAS SABAS.

VI
BRINCADEIRA A GAMELA
BATE NAS ONDAS DO MAR,
NO PEIRAO FICA SENLLEIRA
A MIÑA DORNA POLBEIRA,
¡QUÉN POIDERA NAMORAR!

VII
NON É VENTO DO NORDÉS,
NON É VENTO, NIN É NADA,
PON A TESTA AO REVÉS,
VENCHE O FRÍO POLOS PÉS;
ASÍ É NOSA NORTADA.

VIII
AZUL VERDE ULTRAMAR,
NA PROCURA DE ILUSIÓNS,
BOTO A DORNA A ESTE MAR
E CO VENTO NAVEGAR
RUMBO A ÍTACA DE ONS.

IX
A SAUDADE ESQUECIDA,
VENTO DO NORTE AQUILÓN,
A MIÑA NENEZ REVIVIDA
DENTRO DO CORPO DURMIDA,
SOÑOS DE VIDA E DE AMOR.

viernes, 13 de abril de 2012

CAGADAS- artículo periodístico-


CAGADAS

Perdón en primer lugar por usar este adjetivo malsonante, pero es una expresión que se utiliza más de lo que pensamos. El diccionario de la Real Academia lo define como  como un adjetivo coloquial y viene a ser “la acción que resulta de una torpeza”. Yo, por ejemplo, la he utilizado recientemente; y también se la he oído decir a algún político; eso sí, con la boca pequeña no vaya a ser que se entere el respetable y tenga que dar luego explicaciones inoportunas. También he escuchado algunas palabras peores, lo admito. Por eso, por ser un adjetivo frívolo, soez y de mal gusto, a lo largo de este breve artículo, cuando haga referencia a ella utilizaré la abreviatura, inventada, CGD.

            Sin ir más lejos el otro día en una conversación informal con unos amigos salió a colación algunos acontecimientos vividos y reproducidos recientemente por los medios de comunicación. Veamos unos ejemplos significativos.

            Cuando los primeros ministros francés e italiano, Sarkozy y Monti respectivamente, han “utilizado” expresiones desafortunadas hacia España  recientemente, ante el rumor de un hipotético rescate de nuestro país y en beneficio electoral el primer mandatario europeo, poniéndonos como claro ejemplo de lo que no hay que hacer, aunque sea cierto, habrá que decirles aquello de: La han CGD haciendo estos comentarios sin ningún fundamento o rigor científico.

            O cuando la Presidenta de la Comunidad de Madrid soltó aquel exabrupto no hace mucho, de que hay que devolver al Gobierno Central las competencias básicas como la Justicia, Sanidad o Educación, como si se tratase de un partido de tenis. Sinceramente, creo que la ha CGD con tanta generosidad de devolución competencial, porque no era el momento ni el lugar; lo que hay que hacer, señora mía, es exigir a las Autonomías mayor control  en el gasto público y menos despilfarro en cuchipandas faraónicas inasumibles financieramente. A lo mejor pretende que volvamos a la etapa pre constitucional ya superada afortunadamente, aunque algunos la añoran fervientemente.

            Y también cuando algún ex Presidente del Gobierno de la nación aparece como el Guadiana, extemporáneamente; suelta su perorata y algunas perlas filosóficas y se vuelve como si nada a su casa y al cobijo de su bien merecida pensión vitalicia nada desdeñable; a estos buenos señores les diremos, con mucha educación, que mejor se queden es sus palacios de verano o invierno cuidando de sus bonsáis y de sus ovejas.

            Se pueden decir más CGD, pero no es menester continuar para no removerlas demasiado.
Y Vuelvo a pedir perdón de nuevo por la utilización del adjetivo de marras, quizás inadecuado, inoportuno e impropio de mi estilo literario; pero no me digan que no han entendido a la perfección lo que he querido decir con estos ejemplos gráficos pronunciados por la clase política, española y  europea. Asumo mi responsabilidad y desde esta tribuna afirmo que no volveré a escribir CGD como esta nunca más.

jueves, 12 de abril de 2012

UNA FAMILIA EJEMPLAR-artículo periodístico-


UNA FAMILIA EJEMPLAR



No debo referirme a una familia en particular, aunque bien podía hacerlo. A veces miramos la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.

            En otros tiempos acudían juntos a la misa de 12 los domingos; en el mismo banco, con ese saber estar y solemnidad, y conscientes de ser el blanco deseado de todas las miradas. A menudo con envidia, algunos vecinos escudriñaban en el pasado para averiguar algún pecado  por muy venial que fuese. Era una familia ejemplar.

            Por casualidad un buen día, para ellos aciago, alguien levanta un poco el felpudo de la puerta de su casa y sale a relucir cuantas miserias mantenían escondidas entre sus paredes. Lo que parecía ser un remanso de paz y armonía, ahora se transforma en  la peor de las tempestades, y la podredumbre sale a la luz del día. El amor inmaculado que profesaban sus progenitores no era tal, sino rencor sostenido y aplacado que el tiempo trató de disimular. La guerra fratricida entre hermanos postizos y de sangre da rienda suelta al peor odio bíblico.

            Las cosas a veces no son lo que parecen y el tiempo pone, de un modo o de otro, a cada uno en su real sitio.

            A todas estas familias ejemplares, en apariencia, debemos constreñirles a verter toda su mierda por el váter, de una vez por todas.


SÉ LO QUE HAGO- artículo periodístico-Publicado en Faro de Vigo, 15-04-2012-


SÉ LO QUE HAGO



Por mil veces repetida una afirmación categórica de este calibre, aunque inicialmente tengamos nuestras dudas razonables, acabamos por creérnosla.
         El Sr. Rajoy  no se cansa de repetirla una y otra vez en los últimos tiempos. A veces hace partícipe al resto del equipo de su Gobierno: Sabemos lo que hacemos. Azorado por los mercados y apremiado por nuestros socios Comunitarios que nos encuadran en los países periféricos de los “PIGS”, especialmente por el eje franco alemán, el Sr. Rajoy intenta convencernos manteniendo la fe en sí mismo: Sé lo que hago.
         Mientras tanto, los más vulnerables sufren lo indecible para llegar a fin de mes; son víctimas de los desahucios más desgarradores; les comen los recortes de servicios esenciales y las deudas. Lo que tiene Vd., que decir Sr. Rajoy, si me lo permite, es: “Sé lo que hago y Vds., serán los primeros en saberlo”; y no enterarnos por algún artículo publicado en el Financial Times o en el Frankfurter Allgemeine Zeitung, pongo por caso.

         Vamos a haber Sr. Rajoy si con su Fe y seguridad mil veces repetida, y con el esfuerzo de todos conseguimos salir airosos de esta complicada situación.

miércoles, 11 de abril de 2012

VIAXE ÁS ILLAS CANARIAS- Lembranzas da miña nenez

RELATO  BREVE
Tería eu non máis de cinco anos cando por mor do traballo de meu pai, que daquela traballaba nunha empresa armadora de Vigo  pero que tiña algúns dos  seus barcos  con base naquelas illas afortunadas, puxen rumbo, xunto coa miña nai e a miña irmá, á illa de Las Palmas de Gran Canaria.
Meu pai andaba de patrón de pesca nun deses barcos con casco de madeira e non moita eslora, nada comparado cos arrastreiros de hoxe, feitos con materiales e tecnoloxía punta de última xeración.
Foi unha etapa da miña vida curta, porque non durou máis de tres anos, pero gardo na miña memoria algunhas lembranzas que deseguida vouvos contar.
 A falla de testemuña viva,  botando un pouco de fondo de armario e de non pouca fantasía literaria-permitídeme esta licenza-, sei que saímos do porto de Vigo nun barco de pasaxe a modo de trasatlántico que facía a ruta cara as Américas. Sinto, pero non fixen copia de seguridade e tachei do disco duro da miña memoria algúns datos, i entre eles o nome do barco de marras. Aquel monstruo de ferro e chimenea cuspindo fume era grandioso, con non sei cantos camarotes, comedores, espazos de lecer, tumbonas na cuberta para os que pagaron máis polo seu billete, etc. Non volvín a pisar dende aquela unha “bañeira flotante con hidromasaxe”, coma lle chamo eu agora. Moita xente iamos naquel barco, que parece mentira que flotara na auga salgada; seica fixemos unha escala técnica para coller pasaxe en Lisboa e de aí ao fin do mundo coñecido e tamén para min descoñecido, sucando as augas frías do océano atlántico e poñendo proa  a toda máquina cara as illas Canarias. Agora teño conciencia que vivín nas miñas carnes, aínda que cativo, o feito da emigración, sen sabelo.
No segundo día da travesía, de repente, sería polo serán, soa un asubío enxordecedor e intermitente. Os pasaxeiros saían disparados dos seus camarotes, despeitados algúns, en pixama ou camisón outros. ¡Un balbordo de carallo! Eu estaba abraiado, e tamén “in albis”. Superado polos acontecementos, vín a miña nai e a miña irmá co medo na sua faciana; os ollos arregalados, e ademáis con uns chalecos salvavidas que mesmo parecían uns astronautas. ¡Isto é para tí, Miluchiño!, díxome a miña nai alporizada. Quédame moi grande, contesteille. Eche o mesmo,  pos o chaleco sen rechistar, é unha orde! A xente berraba: ¡Ollo á boia!; o barco afúndese nun chiscar de ollos! Todos a auga!, isto é o Titanic; imos abafar todos! Outra vez non!, pensei eu, lembrándome do que me acontecera naquela atracción de feira nas festas de Sanamedio en Beluso. Non pode ser que me estea a suceder a min outra vez! A historia é teimuda e tamén revirada. Isto é o fin......do mundo, e tamén da miña curta existencia, pensei! Aos botes salvavidas!; os nenos primeiro berraban uns-eu daquela pensei, carallo estou salvado!; os polisóns que se fodan!; home non, onde está esa nosa humanidade e fe cristiana-eu daquela xa era agnóstico coido-, decían outros. Eu naquel tempo  pensaba mesmo en latín, e dixen para os meus adentros: “alea jacta est”. 
Pero non; todo foi un feitizo e un malentendido. Seica aquel chifre do demo era, nin máis nin menos, o sinal previo para facer o regulamentario e obrigatorio simulacro de salvamento, coma manda, “de facto e de jure”, o Dereito Internacional Público Marítimo. Resulta que, entre tanto barullo dentro do barco, pasou por aló un oficial da tripulación e dixo polo seu altofalante: ¡Señores, Donas e cativos, por favor, non fagan o parvo, póñanseme como Deus manda os chalecos salvavidas, que algúns mesmo semella que van de festa rachada, e do que se trata é de cumprir coa nosa obriga e lexislación marítima! Algúns facían coma quen o parvo e poñían o chaleco de marras de sombreiro, e mesmo tiñan linguas de sogra nos seus beizos semellando ser aquel balbordo unha festa de Fin de Ano. Despois do incidente e resolto o conflito, seguimos a nosa travesía e atracamos por fin no porto de Las Palmas. 
A partir de ese momento os recordos esváenseme; teño lagoas de memoria e só teño a testemuña gráfica dunha foto que fixo meu pai no parque de Santa Catalina, ao carón da miña nai e de outra xente, quizais familiares ou amigos dos meus pais, compatriotas nosos na diáspora. Eso sí, eu estou enriba dunha vespa de xoguete, fardando de ser o centro de tódalas miradas. 
Sei que fun á escola; faciamos visitas a moitos lugares senlleiros; coñecín á patrona da illa que ven sendo a súa celebración o día 8 de setembro, a nosa señora del Pino; souben o que quería decir as palabras “guagua” e  “papas”, e algunhas outras máis tamén. Lémbrome especialmente que na casa duns amigos había un tocadiscos que podía encher tres, catro ou máis discos ao mesmo tempo, e movíase a agulla soa. Eu flipaba en colores con aquel aparello musical “made in Japan”. 
A estancia na Illa foi curta, coma xa dixen ao principio, a penas tres anos. Botaba en falla aos meus amigos que deixara no meu pobo, especialmente a un: o fillo da viúva, pero eso é outra historia, e teño que adicarlle un artigo coma se merece. Daquela tiven morriña e saudade dos meus, da paisaxe fermosa que deixara en Bueu, as súas praias de branca area, as camiñatas polas fragas do Morrazo, as nosas liortas na Requisa e nos penedos, pintar a godalla na escola e irmos a xogar ás buxainas,  etc.  
Pero o que aconteceu no viaxe de volta a casa foi case que un conto de terror. Foi, coma se di: “para mexar por si. Resulta que ao meu pai destinárono de novo a Vigo e iamos facer a viaxe de volta no barco de pesca da casa armadora, toda a familia e tamén a tripulación, por suposto. 
Nada que ver co trasatlántico da primeira travesía. Aínda por riba pillamos un tempo de moito nabo; vento, treboadas, marusía; batendo o mar naquela embarcación que semellaba unha cortiza de noz, unha e outra vez.  Subindo e baixando, enriba e debaixo daquela ondada sin fin. O vento asubiaba con forza na ponte de mando, e mirábase coma as ondas zarrapicaban os cristales e mesmo atravesaban o noso barco, de babor a estribor varrendo a cuberta e deixando un ronsel de auga salgada.   Outra vez lembreime do incidente naquela festa de Sannamedio, porque semellaba a nosa pequena embarcación mergullada por momentos naquel ponto inmenso aqueloutra atracción de feira, subindo e baixando a unha velocidade endemoñada. Pensei:¡Outra vez non, carallo! ¿Queres que che faga unha tortilla de patacas, Miluchiño?, díxome o cociñeiro do barco. A min que sempre me gustou, e me segue a gustar a tortilla, qué queres que vos diga, díxenlle que sí. Nada mais meter a primeira dentada, boteille enriba unha potada inmensa na súa faciana. Vomiteille todo, todiño; a bile e tamén o fígado. Entón o home ao mando dos fogóns do barco comprendeu que  millor me sentaría unha manzanilla. Está ben, meu fillo, coido que non te gustou nadiña a miña tortilla mariñeira, vouche traer a infusión deseguida, “ gratis et amore”. 
A travesía durou toda unha eternidade. Miña nai, a miña irmá e mais eu pasamos no camarote mareados case todo o tempo, botando por fóra todo o medible e imaxinable; mentras meu pai e os seus compañeiros de tripulación rillaban e mesmo chupaban os dedos nas caldeiradas de peixe, nas sopas e nas chuletas de porco con patacas, como se tal cousa. 
Por fin divisamos ao lonxe o Porto de Vigo. Ao poñermos os pes no peirao andabamos dun lado a outro, coma se estivésemos bébedos, aínda mareados, e a piques estiven de cair ao mar. Colléume meu pai polo brazo e díxome: Seica engaiólate o mar, meu; non te gustaría ser mariñeiro cando sexas mais grande, ou? Eu contesteille: Non ó!, o que gustaríame ser é articulista;-despois a vida mesma lévate por outros rumbos ben diferentes-. Meu pai fixo coma quen ouve chover e miroume con un aceno de tenrura. Ala!, Veña!, colle ou teu petate que axiña ven o taxi. Voltamos de novo para nosa casa, en Bueu.  
Iste foi o relato breve da miña única viaxe ás illas afortunadas. Pero coma decía a miña tía Josefa, de Beluso …...”como na casiña de un, nin falar”; e puiden reencontrarme de novo cos meus, pero en particular co meu amigo máis prezado, o fillo da viúva. 
FIN.

lunes, 9 de abril de 2012

LA OTRA CARA DE LA CRISIS-artículo periodístico-


LA OTRA CARA DE LA CRISIS 

Ya conocemos la consecuencia de la crisis económica o recesión, o como quieran calificarla, que estamos padeciendo: El paro, la corrupción, la desconfianza, la pérdida de valores. Esta es la cara conocida más amarga. Pero como ocurre con nuestro único satélite natural, la crisis también tiene otra  que, oculta muchas veces antaño, aflora en estos tiempos convulsos y nos muestra su lado más humano. No sé si es la consecuencia o la necesidad, pero observamos que las personas se unen en sus desgracias y comparten sentimientos, proyectos e ilusiones. Se reúnen, no en restaurantes, ni en los cines y teatros, ni ,en período vacacional, en lugares remotos de nuestro Planeta-qué necesidad hay, digo yo, si desconocemos muchas de nuestras joyas paisajísticas más cercanas-; ni tan siquiera en una bañera con hidromasaje en medio del océano. No, se reúnen en las ágoras de la vida, en nuestros pueblos y aldeas; en nuestras calles y plazas que, otrora deshabitadas, vuelven a llenarse de voces amigas. También en nuestras propias casas, o en las de nuestros amigos y familiares, compartiendo mesa y mantel desempolvado tras meses de letargo. Mantenemos conversaciones trascendentes y también existenciales, despicándonos de todas nuestras desgracias; o simplemente haciendo uso de nuestro derecho de digresión, llevando la conversación y la mirada a terrenos más amables. A veces, nos acordamos de nuestros manes y les echamos en falta. En la mayoría de las ocasiones lo que tratamos es sencillamente de pasar un momento agradable en compañía de los nuestros, alejados de una realidad cruel e implacable con los más vulnerables.

EL PRIMO DE HACIENDA- artículo periodístico-


EL PRIMO DE HACIENDA

Todos hemos oído alguna vez aquello de: “Es que tengo un primo en Hacienda-puede ser en cualquier departamento u organismo público-, que me lo resuelve todo”.
      Elevamos a nuestro primo a la categoría de oráculo de Delfos de nuestros intereses e inquietudes, principalmente económicas, esperando que resuelva de forma satisfactoria nuestros problemas terrenales. Que tenemos un “affaire” con nuestra declaración de la renta, echamos mano de nuestro primo de Hacienda; que nos han puesto una multa de tráfico, pues habrá que recurrir a nuestro primo particular en el departamento correspondiente; que de lo que se trata es que nos resuelvan rápido una prestación económica , pues lo mismo, acudiremos a nuestro primo de la Seguridad Social; y si Vd., es empresario, cuentapropista o no, y quiere que le ayuden con una subvención torticera moviendo su expediente milagrosamente desde la cola al principio de nuestros deseos, tendremos necesariamente que recurrir a un comprimario, que a su vez le susurre al oído del primo principal y responsable en última instancia para que haga valer su posición de dominio, y así satisfacer nuestros deseos más lascivos.
      A veces, nuestro primo es real y se deja hacer el primo sin más, dejándose llevar por su altivez y fanfarronería, coadyuvando a nuestros intereses. Otras muchas nos creamos a medida un primo irreal, imaginario, para dar rienda suelta a nuestros deseos más falaces, y para que nuestros vecinos, amigos y competidores piensen que no eres un don nadie del tres al cuarto y que conoces a la perfección los caminos inescrutables de la burocracia y el poder.
      Todo dependerá de que nuestro primo  se porte como Dios manda, y no nos encalabrine más de lo estrictamente necesario.

domingo, 8 de abril de 2012

A RUTA DOS MUIÑOS, BUEU, 7-04-2012

. O pasado sábado día 7 de abril(na semana de Pasión), fumos quen de vivir e contemplar os fermosos muiños de Meiro i Ermelo, situados por todo o curso do río Frade, afluente do Bispo. Ao mando da expedición Lupe, unha muller experimentada e coñecedora coma poucos de este roteiro marabilloso, organizado un ano máis polo Concello de Bueu. Díxonos que o topónimo de Bueu siñifica terreo pantanoso, e que un día o mar chegara máis aló das Lagoas. Estes son os muiños de gran (de canle), principalmente, e o máis antigo data seica do ano 1706. Entre árbores senlleiras coma ameneiros, salgueiros e carballos (o da Golbada é especialmente maxestuoso); e fentos de moitas variedades e vexetación autóctona inmaculada; e tamén diferentes tipos de musgos i hepáticas. Pasamos pola vía romana de Meiro, polo lago de Lametrepias ou Lavetremias no lugar da Barraca;  contemplamos as leiras de Meiro i Ermelo auténticos graneiros da nosas vilas noutrora e que aínda hoxe segue a conservar a nosa tradición ancestral con tanto agarimo a Asociación Millo Corvo de Meiro, etc, etc. Lupe, a mestra, dounos unha lección maxistral dos muiños; entramos nalgúns deles (muiño da Presa, de Vilas); soupemos o que era o pousadouro, o caneiro, etc. Foi, en definitiva, un día para saborear e sentir a nosa natureza. Esperamos continuar estes roteiros nos vindeiros meses, coma a ruta dos Abades, a dos Pazos , e outros moitos máis. Grazas por este día inesquecible.

Na Comarca un graneiro                Aos muiños van moer                       Bispo e Frade, pai e fillo,
que está cheo de muiños,               o millo corvo de Meiro,                    entre fentos e ameneiros,
percorrendo eses camiños             famoso no mundo enteiro                  no canudo cantareiros
atopamos Ermelo e Meiro.            pola súa cor e pracer.                        fan moer o noso millo.
                                                                                                                 O millo máis senlleiro.
  O carballo da Golbada,                                                                          O millo corvo de Meiro.
Lavetremias, case un mar;
na pedra de namorar
vin á muller amada.