Algunos la podrán calificar de "huelga sindical", otros de "política". Sencillamente yo quiero denominarlo "día de reflexión y compromiso".
Como digo en uno de mis artículos "Unos tanto y otros tan poco" publicado en los periódicos y recogido en mi libro "Mis cartas al director":
"Nos estamos acostumbrando, cada vez más, a una sociedad depauperada, y la desigualdad, cada vez mayor, parece ser momeda de cambio en nuestras vidas. Algo tendremos que hacer para que esta enorme brecha que se está produciendo en nuestra sociedad, a modo de falla tectónica, no sea la antesala de un futuro terremoto de incalculables consecuencias sociales. El Estado tiene la obligación legal y moral de reducir estas diferencias entre los que tienen unos ingresos desproporcionadamente elevados y los que se encuentran con unos exiguos recursos económicos".
Hasta "craspi", un schnauzer campeón del mundo, se sumó a la convocatoria portando su/nuestro lema: "Qué perro futuro nos espera".
14N-Día de reflexión y compromiso-artículo
Ha sucedido en
todas las huelgas generales que se han convocado, y en esta última no iba a ser
diferente. Algunos la han calificado de “huelga sindical”, otros, de
“política”; yo prefiero denominar al 14N vivido, sencillamente “día de
reflexión y compromiso”.
Es
cierto que la huelga general del 14N ha sido convocada por las centrales
sindicales, como lo fue en Portugal, así como los paros parciales habidos en
Francia, Italia o Grecia, porque uno de los motivos principales de la
convocatoria, no el único, ha sido el galopante desempleo que existe en Europa,
consecuencia del cierre de empresas debido a la peor crisis económica y
financiera conocida, alimentado y favorecido, en el caso español, por la
aprobación de medidas tan discutibles en cuanto al resultado pretendido como lo
fue la aprobación de la última reforma laboral.
¿Acaso la pérdida de derechos
básicos en sanidad, educación o cultura, y que socava nuestro estado de
bienestar, no ha sido consecuencia de decisiones políticas?
Por
lo tanto, huelga sindical o política pueden ser términos acertados, pero
insuficientes. El 14N, sin duda alguna, ha representado un gran movimiento
social formado por trabajadores, parados, pensionistas, estudiantes; personas
jóvenes y también mayores que han recorrido las calles y llenado nuestras
plazas mostrando el hartazgo ante la clase política, incapaz de dar respuesta a
las quejas y solución a los gravísimos problemas que padecemos estoicamente los
ciudadanos.
Todos
debemos reflexionar, pero sobretodo es la clase política quien debe preguntarse
si prefiere seguir viendo a la gente más cabreada e indignada si cabe, o
adoptar el firme compromiso de trabajar juntos dejando a un lado las medallas
partidistas, evitando con ello la degradación de nuestra sociedad donde la
miseria y sufrimiento cada día son más que evidentes.
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