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CARTAS AL DIRECTOR
Mala
Praxis en las Cajas de Ahorros
Autor del comentario:
Emilio Rodríguez Miranda. Localidad: Beluso(Bueu). Fecha de publicación:
Viernes 16 de diciembre de 2011
Prometí a muchos y me comprometí
a mí mismo no volver a hablar más de las Cajas de Ahorros; es un tema tan
manido que últimamente ha estado y está sometido a la lupa, tanto de los medios
de comunicación como de la ciudadanía en general. Sin entrar en cuestiones
técnicas porque el espacio de esta sección es el que es, diré que las Cajas de
Ahorros y Montes de Piedad en su origen tuvieron una función social muy
importante, eran las depositarias del ahorro familiar y de las Pymes principalmente,
con una extensión limitada a su territorio, y que pronto sucumbieron a los
"cantos de sirena" del sistema financiero más especulativo, o sea los bancos.
Se creó y consolidó en sus estructuras una clase de personas con intereses e
influencias económicas y políticas muy "singulares", que hacían de estas
Instituciones de crédito su feudo particular. Los consejeros obtenían muchas
veces, por el mero hecho de serlo, créditos ventajosos, dietas económicas nada
desdeñables por asistir a los consejos y, en este círculo endogámico, aprobaban
emolumentos, indemnizaciones, planes de pensiones, seguros de vida a
perpetuidad para sus miembros, a la par que adquirían unos privilegios con
escaso control por parte de los órganos reguladores, y que el resto de los
depositantes y ciudadanos en general nunca podían alcanzar. En este círculo
concéntrico, y en el que también se incluyen a los sindicatos representantes de
los empleados en los Consejos de Administración, se movían intereses cuando
menos discutibles. Claro que son legales las indemnizaciones aprobadas por las
comisiones de retribuciones, consejos de administración y asambleas de estas
entidades de crédito. Su legalidad no creo que se pueda discutir desde el punto
de vista jurídico. Si Vd. ha sido consejero o alto directivo y se ha llevado 8,
15, 25 millones de euros, nadie le va a reprochar jurídicamente semejantes
indemnizaciones. Pero sí tenemos los ciudadanos la obligación de mostrar
nuestra vergüenza e indignación por esta "mala praxis" que choca frontalmente
con el precepto jurídico, no por antiguo menos válido hoy día que un tal
Ulpiano, uno de los más grandes creadores del derecho romano clásico tuvo a
bien definir lo que era LA JUSTICIA con mayúsculas, "suum cuique tribuere", o
sea dar a cada uno lo suyo. Esta aseveración está tan vigente hoy día como en
aquellos tiempos y, aunque simple, tiene una carga de profundidad que no nos
puede dejar indiferentes. ¿Creen Vds., en justicia, señores ex directivos, ex
consejeros de las Cajas de ahorros, que se merecen estas retribuciones? Las
retribuciones serán lo legales que Vds. quieran porque así se las han auto
concedido, pero no por ello dejan de ser injustas, escandalosas y
desproporcionadas, máxime cuando con dinero público (el Frob, que eso sí, habrá
que devolverlo con unos intereses nada despreciables) se está sosteniendo una
parte fundamental de nuestro sistema financiero. Ahora sí, no volveré a hablar
más de las Cajas de ahorros, prefiero pasar página definitivamente.
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