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lunes, 18 de junio de 2012

LAS "BUFANDAS" DE LA Sra. MERKEL-publicado en el Faro de Vigo, 20-06-2012 y en El Correo Gallego, 21-06-2012-



LAS "BUFANDAS" DE LA Sra. MERKEL




Todos pendientes de la séptima cumbre del G-20 que se desarrollará esta vez en Méjico, exactamente en Los Cabos, a orillas del océano Pacífico, un lugar al parecer semidesértico y tan seco como la mojama o la financiación que conceden a particulares y empresas en estos momentos nuestros bancos, para comprobar si la canciller alemana, ahora sin su fiel escudero Sarkozy, se le ablanda el corazón teutón y suaviza su discurso, y a la vez abre un poco el grifo ante la crisis económica y política más grave desde que se estableció la zona euro, y de paso regala a los presentes "bufandas" blanquinegras, que son los colores de la indumentaria de la selección alemana de fútbol, y de esta forma aliviar las penas y miserias de la vieja y empobrecida Europa, dando un respiro también al resto de los países más influyentes y poderosos del mundo como EE.UU, China o Japón.

Estas "bufandas" a modo de eurobonos, relajación de las condiciones del rescate al país Heleno, etc., ya sabemos que al igual que sucede con las gratificaciones extraordinarias que reciben los más obedientes y disciplinados trabajadores a modo de "sobres", no son exactamente pagas extra establecidas en los convenios colectivos, sino emolumentos a modo de regalo de boda pero con la condición de que quien las entrega tiene que ser invitado necesariamente al convite y estar bien posicionado en la mesa principal, entre los novios y los padrinos. Si no que se lo digan al Sr. Presidente de nuestro Gobierno que cuando se sepa realmente las necesidades de capital que precisa nuestro sistema financiero, llámese rescate, préstamo, dación en pago o "bufanda" (40.000 o 100.000 millones de euros), va a tener que invitar al banquete, quiera o no, a la afable canciller alemana, garantizando esta bufanda que vamos a recibir con algo más que con buenas palabras. Hasta es posible que tengamos que ceder soberanía, no política ni económica precisamente, sino del suelo patrio con, pongo por caso una isla para que la colonicen definitivamente con sus salchichas de Frankfurt y celebren en ella y no en Munich la "Oktoberfest" o fiesta de la cerveza.

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