EL “BOCA A BOCA”
Es un hecho constatable que ahora, antes y lo seguirá siendo
en el futuro la única fórmula para encontrar un empleo(lo “de calidad” es lo que menos importa ahora) es el boca a boca, porque los servicios públicos de
empleo (otrora denominado INEM) son ellos mismos una factoría de parados, que
en lugar de buscar un puesto de trabajo a los sufridos demandantes del mismo,
destruyen hasta los propios y más cualificados: los orientadores laborales de
empleo, que por culpa de los recortes
aplicados por nuestro Gobierno van a quedar reducidos a la mínima expresión,
poniéndose también en la cola del paro.
También si
lo que pretendemos es encontrar un fontanero que averigüe y dé con una fuga
recóndita y misteriosa de agua y que está haciendo la puñeta a nuestro vecino
de abajo, recurrimos al boca a boca
en vez de perder el tiempo y la paciencia buscando en las páginas amarillas.
Nada mejor
que recurrir a este invento latino para, muchas veces, comunicar una noticia
agradable o desgraciada: Me lo dijo ayer Pepe. Qué lástima, con lo bueno que
era; por favor díselo a tu tío Luis que, creo, hicieron juntos la mili en
Almería.
E incluso se utiliza a menudo para poner el
ventilador a los chismorreos que surgen de vez en cuando de las profundidades de
un patio de luces en nuestra comunidad de vecinos. También puede ser el medio
para difundir la peor de las infamias sin importar sus consecuencias. Y así podemos continuar con más ejemplos.
El boca a boca es el antepasado, el arquetipo
del SMS o el “whatsApp” actuales, pero más humano y tangible.
Yo, sin ir más lejos, el otro día
tuve que recurrir al boca a boca para
que el vecino de mi finca dejase de ahumar con sus ordinarias churrascadas domingueras
la ropa interior que tiendo con tanto cariño en mi terraza.
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