canecillos, iglesia románica Sta.María de Cela (Bueu) |
El Poder, la Razón y las Leyes. (De Montesquieu a Antoine de
Saint-Exupéry).
Hace poco cayó en mis manos,”sugerido”
por un amigo, la obra más conocida del
pensador de la Ilustración francesa, Montesquieu (1689-1755), “L’esprit
des Lois” “El espíritu de las
leyes”(Alianza Editorial, con introducción del profesor Enrique Tierno Galván). Como afirman algunos, este libro publicado en 1748 a modo de
tratado no está dedicado específicamente
a la teoría de la división de poderes dentro
del Estado como la conocemos hoy día en los países democráticos, a saber:
legislativo, Ejecutivo y Judicial. Lo menciona en uno de sus capítulos más
conocidos cuando se refiere al modelo
político británico al que tenía gran simpatía (no así a España y a su Imperio) ,
y por eso le colgaron el “san Benito”, figurando para la historia del pensamiento político como el precursor
del estado liberal con su ya famosa teoría. No es mi intención realizar un
estudio detallado de esta obra, que por otra parte es un análisis pormenorizado
de las distintas formas de gobierno y sus instituciones, principalmente en
Europa; pero sí citar algunas frases
contenidas en la misma y que expresan la idea fundamental que tenía Montesquieu de cómo debería ser el buen gobierno de una nación. Influenciado quizás por el iusnaturalismo
racionalista del pensador inglés Locke (1632-1704), padre del liberalismo
moderno y que formuló sus célebres pensamientos en las
siguientes frases:”La soberanía emana del
Pueblo. El poder no es absoluto sino que ha de respetar los derechos humanos”,
Montesquieu critica el poder político y absolutista que regía en la Francia de su época, y está a favor del
Estado de derecho como garante de ciertos derechos que son anteriores a la formación
de cualquier comunidad política. Así lo dice por ejemplo en la (pág.17)…”Los seres humanos, en cuanto vivientes dotados de inteligencia, poseen
sus propias leyes. Son éstas las que
llamamos propiamente leyes naturales”. “Las Leyes son las relaciones necesarias que se derivan
de la naturaleza de las cosas. Todas las leyes se corresponden con las circunstancias,
los usos y las costumbres, pero son las leyes positivas las que deben definir
rectamente este correlato”. Lo recalca en la (pág.44) al hablar de las leyes de na naturaleza cuando manifiesta: "Las leyes de la naturaleza derivan únicamente de la constitución de nuestro ser". En la (pág.47), cuando habla de las Leyes positivas dice:"La Ley, en general, es la razón humana en cuanto gobierna a todos los pueblos de la tierra. Por eso las leyes deben ser adecuadas al pueblo para el que fueron dictadas".
Volviendo
a leer un libro al que le tengo especial cariño porque lo conocí en mi etapa de
estudiante de bachiller y en francés, “Le petit prince”, el Principito en castellano, del
malogrado escritor francés, Antoine de
Saint-Exupéry (1900-1944), y al hilo del
título de este artículo reparé, como no lo había hecho antes, en dos frases que
me parecen muy apropiadas para el tema que nos ocupa. En uno de sus capítulos,
cierto rey que habitaba en un asteroide le dice al pequeño protagonista del cuento
(pág. 39)…”Hay que exigir a cada
uno lo que cada uno puede hacer. La
Autoridad reposa, en primer término, sobre la razón.” Y volviendo de nuevo a Montesquieu, en la (pág 367) de su libro El Espíritu de las Leyes, cuando
habla De la Tiranía dice…”Existe una real y otra de opinión, que es
cuando los que gobiernan ordenan cosas opuestas a la manera de pensar de una nación”.
Las
ideas y pensamientos contemplados en las obras citadas anteriormente no puedan
estar hoy más de actualidad.
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