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lunes, 27 de febrero de 2012

El Poder, la Razón y las Leyes. (De Montesquieu a Antoine de Saint-Exupéry).

canecillos, iglesia románica Sta.María de Cela (Bueu)

El Poder, la Razón y las Leyes. (De Montesquieu a Antoine de Saint-Exupéry).
Hace poco cayó en mis manos,”sugerido” por un amigo, la obra más conocida  del pensador de la Ilustración francesa, Montesquieu (1689-1755), “L’esprit des Lois” “El espíritu de las leyes”(Alianza Editorial, con introducción del profesor Enrique Tierno Galván). Como afirman algunos, este libro publicado en 1748 a modo de tratado  no está dedicado específicamente  a la teoría de la división de poderes dentro del Estado como la conocemos hoy día en los países democráticos, a saber: legislativo, Ejecutivo y Judicial. Lo menciona en uno de sus capítulos más conocidos  cuando se refiere al modelo político británico al que tenía gran simpatía (no así a España y a su Imperio) , y por eso le colgaron el “san Benito”, figurando para la historia del pensamiento político como el precursor del estado liberal con su ya famosa teoría. No es mi intención realizar un estudio detallado de esta obra, que por otra parte es un análisis pormenorizado de las distintas formas de gobierno y sus instituciones, principalmente en Europa; pero sí citar algunas  frases contenidas en la misma y que expresan la idea fundamental que tenía Montesquieu de cómo  debería ser el buen gobierno de una nación. Influenciado quizás por el iusnaturalismo racionalista del pensador inglés Locke (1632-1704), padre del liberalismo moderno  y que  formuló sus célebres pensamientos en las siguientes frases:”La soberanía emana del Pueblo. El poder no es absoluto sino que ha de respetar los derechos humanos”, Montesquieu critica el poder político y absolutista que regía en la  Francia de su época, y está a favor del Estado de derecho como garante de ciertos derechos que son anteriores a la formación de cualquier comunidad política. Así lo dice por ejemplo en la  (pág.17)…”Los seres humanos, en cuanto vivientes dotados de inteligencia, poseen sus propias leyes.  Son éstas las que llamamos propiamente leyes naturales”. Las Leyes  son las relaciones necesarias que se derivan de la naturaleza de las cosas. Todas las leyes se corresponden con las circunstancias, los usos y las costumbres, pero son las leyes positivas las que deben definir rectamente este correlato”. Lo recalca en la (pág.44) al hablar de las leyes de na naturaleza cuando manifiesta: "Las leyes de la naturaleza derivan únicamente de la constitución de nuestro ser". En la (pág.47), cuando habla de las Leyes positivas dice:"La Ley, en general, es la razón humana en cuanto gobierna a todos los pueblos de la tierra. Por eso las leyes deben ser adecuadas al pueblo para el que fueron dictadas".
                Volviendo a leer un libro al que le tengo especial cariño porque lo conocí en mi etapa de estudiante de bachiller y en francés, Le petit prince”, el Principito en castellano, del malogrado escritor francés,  Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944),  y al hilo del título de este artículo reparé, como no lo había hecho antes, en dos frases que me parecen muy apropiadas para el tema que nos ocupa. En uno de sus capítulos, cierto rey que habitaba en un asteroide le dice al pequeño protagonista del cuento (pág. 39)…”Hay que exigir a cada uno lo que cada uno puede hacer. La Autoridad reposa, en primer término, sobre la razón.” Y volviendo de nuevo a Montesquieu, en la (pág 367)  de su libro El Espíritu de las Leyes, cuando habla De la Tiranía dice…”Existe una real y otra de opinión, que es cuando los que gobiernan ordenan cosas opuestas a la manera de pensar de una nación”.
                Las ideas y pensamientos contemplados en las obras citadas anteriormente no puedan estar hoy más de actualidad.


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