LA TIRANÍA DEL GOBIERNO
Ya lo manifestó en su día Montesquieu, el pensador de la
Ilustración francesa, en su obra más conocida “Del Espíritu de las Leyes” cuando sostenía, hablando de la tiranía que: “Existe una real y otra de
opinión, que es cuando los que gobiernan ordenan cosas opuestas a la manera de
pensar de una nación”.
Parece
definitivamente que los que nos gobiernan van por un lado y la ciudadanía por
otro camino bien distinto. Los primeros, adoptando medidas sangrantes impuestas
desde otros gobiernos y poderes económicos que hacen valer su posición de
dominio, marcando de paso el territorio y, al mismo tiempo, anestesiando a los
segundos, o sea a todos nosotros, con tanta medida económica de gran calado y
cambios legislativos, sin pararse a pensar que en cada casa existe ya en estos
momentos tantos dramas personales que esta historia se está pareciendo cada vez
más a un gran hospital de damnificados debido a la recesión económica más
profunda conocida.
Es como si a
cada uno de nosotros nos estén administrando poco a poco y a través del BOE una
pequeña dosis de morfina que hace que nuestro cuerpo quede paralizado con sólo
leer la exposición de motivos, el articulado y disposiciones transitorias de
algunas leyes, y que nuestros pensamientos presenten un encefalograma tan plano
como nuestra convicción espuria de encontrar un puesto de trabajo. Pero esta
tiranía del Gobierno tiene un componente perverso añadido como lo es el que, al
mismo tiempo que promueven y aprueban leyes en contra del sentir de la inmensa
mayoría de los ciudadanos, se está produciendo una auto inmolación política,
pues reconocen que ni a ellos mismos les complace las leyes que dictan, lo que
nos hace sospechar que quienes nos gobiernan no son los “nuestros” sino los “otros”, y que, como obedientes súbditos,
se limitan simplemente a administrar la dosis de este medicamento soporífero y
anestésico que compramos a multinacionales farmacéuticas alemanas y nos
prescribe muy gustosamente el galeno gobierno teutón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario