composición con telas, técnica patchwork. Artista: Mela |
LA CONSTITUCIÓN
DE 1812 Y LA AMISTAD
Se celebra este año el bicentenario de la promulgación en
Cádiz de la Constitución Española de 1812, también conocida como “La Pepa”.
Motivo este más que suficiente para dedicarle unas merecidas palabras, y al
mismo tiempo hablar de la amistad: ¿Por qué no?
El pasado
año fui a visitar a mi familia gaditana, después de un largo período de
ausencia. Fue un reencuentro maravilloso volver a vivir y sentir esa hermosa
ciudad, “la tacita de plata”, Gadir,
su nombre fenicio primitivo. En compañía de mi amigo Federico, Fede para los
amigos, recorrí los lugares más bonitos y también los más entrañables, como lo son la zona antigua y monumental con el gran teatro Falla y la Catedral, el malecón
de la “pequeña Habana”, la playa de la Caleta o sus cuidados jardines. Fuimos
por unos días, mi amigo y yo, Don Quijote y
Sancho Panza, su fiel escudero. A Fede lo tengo por amigo, como a un excelente
vino Gran reserva con una puntuación de 100 en la lista de vinos Parker. Es un
hombre sabio y especialista en especies arbóreas, que por cierto en Cádiz las
hay y excepcionales; la “dracaena drago”
o araucaria heterophylla en el parque
Genovés, son ejemplos significativos.
Al mismo
tiempo que caminábamos por la zona monumental me explicó los antecedentes de
“La Pepa”, y que, al parecer, fue la tercera Constitución escrita de la era
moderna en ser promulgada, después de la americana (1788) y la francesa (1791).
En aquella época, en plena guerra de la Independencia, ante el vacío de autoridad en la España
ocupada y envuelta en no pocos conflictos internos, y la imposición del Rey
José I, se formaron dos bandos enfrentados, los
liberales y los absolutistas; mientras
en la vieja Europa se constataba la invasión del imperio ruso por las
tropas de Napoleón.
La
Constitución vino a representar un soplo de aire fresco, un punto de
entendimiento para todos los españoles en un momento difícil de la historia.
Avanzada para su época en muchas cosas-igualdad de los ciudadanos y soberanía
popular, reconocimiento de derechos individuales, división de poderes, etc.-, no
incluyó sin embargo en su articulado el sufragio femenino, lo que significa que
cada Constitución es consustancial con la época de su aprobación, la España de
principios de siglo XIX en el caso de “la Pepa”.
Celebremos,
pues, el bicentenario de “La Pepa”, y deseemos que la nuestra dure, al menos
otros 200 años. Al final del recorrido
sellamos nuestra amistad con dos vinos de Jerez y una tapita de boquerones de la
bahía; y con estas sentidas palabras manifestamos: ¡Viva la Pepa!, ¡Larga vida
a nuestra Constitución! ¡Y también a nuestra amistad!
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