ADELGAZAMIENTOS
Acudí el otro día a un Organismo Público para realizar una
gestión cuando encontré la puerta, que se supone que es la principal, cerrada,
y un cartel que rezaba:”sin servicio, por
adelgazamiento”. Ya sabemos que los funcionarios públicos andan cabreados
con tanta congelación salarial sine die,
pérdida de poder adquisitivo, y prolongación de jornada para incrementar la
productividad que nuestro Gobierno pretende aplicar en nuestra Administración
Pública para cumplir con el límite de déficit que nos ha impuesto Bruselas.
Pero de ahí a indicarnos a los sufridos contribuyentes en un vulgar folio y a
modo de despecho que entremos por la puerta trasera no me parece, la verdad,
muy elegante que digamos.
Lo mismo me
ocurrió en Hacienda y en los Juzgados. No es que yo ande como un paparazzi buscando este tipo de situaciones,
es que debido a mi profesión debo peregrinar cual alma en pena por nuestras dependencias
administrativas, y acostumbrado a ver todo tipo de puertas: blindadas,
giratorias, cocheras y excusadas, uno, que es curioso por naturaleza, se fija
en estas menudencias.
Últimamente
veo muchos carteles de este tipo en todos los servicios de nuestra, según la
secretaria del P.P. Mª Dolores de Cospedal, inflada Administración Pública,
quizá debido al inminente adelgazamiento de sus estructuras por parte del
Gobierno y otras medidas más que las iremos conociendo en los próximos días. La
Administración empieza, pues, adelgazando las puertas principales como primer
paso al cierre de ventanas, ascensores, aseos y finalmente alcanzar las neveras, ya de por sí depauperadas, de los penitentes
funcionarios públicos que pueblan todavía las ventanillas, mostradores y
negociados.
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